miércoles, febrero 06, 2008

Cerremos Guantánamo II

“NACIONES UNIDAS (Reuters) - Cinco expertos en derechos humanos de la ONU instaron a Estados Unidos a cerrar la prisión de Bahía de Guantánamo tras concluir que la alimentación a la fuerza de los detenidos y otras técnicas de interrogación equivalían a actos de tortura, según un borrador del informe obtenido el lunes.


El informe de 38 páginas, que podría ser revisado, acusa a Estados Unidos de distorsionar las leyes internacionales al negar el derecho a garantías legales a los prisioneros, no permitiéndoles elegir un abogado defensor y nombrando a responsables para las audiencias con un "mínimo nivel de conocimiento legal".


El informe fue publicado primero por Los Angeles Times en sus ediciones del lunes y fue conseguido por Reuters. Autoridades estadounidenses desestimaron el informe por considerarlo sin fundamento.


El documento es el resultado de una investigación de 18 meses ordenada por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y se basa en entrevistas de los investigadores a ex prisioneros, sus abogados y familias, pero no en visitas al lugar.


El equipo de la ONU rechazó una invitación para visitar la base naval estadounidense en Cuba - donde más de 500 personas han estado detenidas desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos - porque no se les habría permitido entrevistar a los prisioneros.


"El gobierno de Estados Unidos debería cerrar las instalaciones de Guantánamo sin tardanza", dice el informe, añadiendo que EEUU debería o juzgar a los prisioneros en su territorio o ponerlos en libertad.


Duras condiciones, como confinar a los detenidos a aislamiento, desnudarlos, exponerlos a temperaturas extremas y someterlos a amenazas con perros podría equivaler a tortura, concluye el informe.


Además, la alimentación forzosa de prisioneros en huelga de hambre a través de tubos nasales es cuestionada porque provoca dolor intenso, sangrado y vómitos.


En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, criticó el borrador del informe de la ONU catalogándolo de rumores.

"El que decidieran no aceptar la oferta del gobierno de Estados Unidos para ir a la Bahía de Guantánamo, no les da automáticamente el derecho de publicar un informe que se basa simplemente en rumores y no en hechos", dijo McCormack.”[1]


Madriguera de torturadores[2]

(…) Todos los cubanos, principalmente los guantanameros, son víctimas directas de agresiones y otras muchas acciones, promovidas desde ese ilegal enclave militar.
Manuel Prieto Gómez, habitante de Caimanera, quien trabajó más de 14 años (1947-1961) en la Base Naval yanqui, ofrece un testimonio que demuestra el uso de esa base para actividades terroristas.

“Me acusaron de pertenecer al G-2 y me torturaron. En 1961 trabajo en el Departamento de Barcos y les aseguro a los representantes de los Servicios de Inteligencia norteamericanos que no pertenezco a esa organización, pero ellos se empecinan y me detienen el día 5 de enero de ese año, tras terminar mi labor alrededor de las 12 de la noche, luego me interrogan; el lanchero lo vio todo”, confiesa Prieto.

“En la mañana siguiente -continúa- me trasladan para un hospital deshabitado y en un segundo interrogatorio me muestran fotos de otros trabajadores cubanos y preguntan cuáles son mis vínculos con ellos; indudablemente buscaban alguna razón para involucrarme y deshacerse de mí.

“Más tarde soy trasladado para la cárcel de Carabela Point, con cerca electrificada, donde me meten en un calabozo muy húmedo; allí no sé cuánto tiempo permanezco, pues cuando salgo es de noche y había perdido la noción de todo.

“De ese lugar me sacan con fiebre para un calabozo más grande, y me proponen llevarme a vivir a los Estados Unidos, si les digo los nombres de quienes pertenecen al G-2. Yo les contesto que no quiero irme de mi país, pero ellos insisten.

“Pasados dos días, el marino puertorriqueño no cesa en hacerme las mismas preguntas y propuestas, y comienzo a sentirme muy mal. Cuando éste se percata de mi estado de salud, llama al capitán médico, a quien le explico sobre mi malestar.

“Ambos conversan en voz baja, luego el médico me da una aspirina y otra pastilla, pero sólo me tomo la primera y sin que se dieran cuenta voto la segunda. Después finjo estar dormido y más tarde, cuando supuestamente el medicamento había hecho efecto, intentan interrogarme de nuevo.

“Cuando el médico se marcha me pincho debajo de un cordal con una astilla de madera para provocar sangramiento, luego toso cerca del marino, quien muy asustado propone al médico y sus superiores llevarme a los Estados Unidos a atenderme, pero todo sigue igual.

“En otra oportunidad me desgarro la garganta con el dedo, pero ni siquiera el abundante e incesante sangramiento basta para sacarme del calabozo. Todo ese tiempo me mantengo sólo a base de agua al tiempo, pues decidí no ingerir ningún alimento, por lo que estaba muy débil.

“West, el secretario del Comandante de los Servicios de Inteligencia de la base llega a la celda, me brinda café y hace las mismas propuestas de siempre a cambio de que yo hablara, pero como no las acepto, me abofetean.

“Después me regresan para el mismo hospital deshabitado e insisten en sacarme del país, ahora acompañado de mi familia, a la cual habían trasladado desde Guantánamo hasta la Base Naval, pero cuando pierdo el conocimiento debido al tremendo alboroto que se forma, enseguida la retiran de aquel lugar. En algún momento pensé fugarme si me trasladaban nuevamente para ese sitio, pero todo ocurre tan rápido que es imposible.

“Me meten en el agua, mojan mi cabeza, y al volver en mí siento un intenso dolor en la espalda, a causa de una fuerte patada propinada por alguno de ellos, la cual provoca un coágulo de sangre. Luego, como represalia, me leyeron un montón de resoluciones con sus incisos.

“De esa jauría logro escapar el 11 de enero de 1961, gracias a un agente de la Seguridad, quien se hace pasar por hermano mío y me saca de la Base en la lancha de pasajeros.
“En Caimanera me espera un auto, el cual me traslada hasta el hospital en Guantánamo, donde permanezco 29 días ingresado, pero en medio del dolor una buena noticia se apodera de mi: Xiomara, mi esposa, da a luz dos varones: Fidel y Raúl, apenas 24 horas después del incidente ¡Qué felicidad!, sentí de nuevo que estaba en Cuba libre.

Como consecuencia de la tortura, en la que además de las manos y los pies los marines utilizaron un black yack (instrumento para golpear), Prieto usó una minerva por mucho tiempo para restablecer la fractura de sus vértebras, en tanto pierde paulatinamente la visión de su ojo izquierdo.

Este hombre delgado y de mediana estatura, pero de firmes convicciones, llega con 10 años, en 1938, desde Santiago de Cuba, su ciudad natal, a Caimanera, donde se establece y realiza su vida, que el próximo 26 de diciembre alcanzará los 77.

“En la Base vi cometer incontables atrocidades: Mataron a Chicle cuando se montó en una lancha para llegar hasta allí en busca de un pase para trabajar y no morir de hambre: los guardias le cayeron a toletazos, a causa de los cuales cayó al agua y se ahogó.

“A Rodolfo Rosell, pescador particular como habían muchos aquí, lo asesinaron: le clavaron punzones en la cabeza y luego lo quemaron con una antorcha. Era un muchacho bueno, que tenía una tienda aquí en Caimanera, y no se metía con nadie.

“También ultimaron a Rubén López Sabariego y para justificar su ausencia entre los trabajadores del enclave militar, declararon que lo habían enviado para Cuba y cuando llovió el agua descarnó la tierra de una zanja donde habían enterrado su cuerpo”.

Son muchos los crímenes y barbaridades protagonizados por el Gobierno de los Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo, dirigidos a desestabilizar y desaparecer a la Revolución cubana, pero no han podido ni podrán porque aquí hay muchos hombres de la talla de Manuel Prieto Gómez, decididos, como él, a desafiar las agresiones del Imperio.

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