miércoles, febrero 06, 2008

Cerremos Guantánamo III

Informe del FBI

El FBI ha hecho público un informe en el que relata los abusos a presos observados por varios agentes en la base militar de Guantánamo. Se trata de un relato de al menos 26 casos de maltrato en el que figuran agresiones y duras técnicas de interrogatorio contra los arrestados y que fueron perpetradas tanto por militares como por trabajadores civiles de la prisión.

Estos agentes federales relatan cómo en multitud de ocasiones pudieron observar que los detenidos en celdas preparadas para los interrogatorios eran esposados en manos y pies y permanecían en posición fetal sin comida ni bebida, "haciendo sus necesidades encima" durante periodos que podían oscilar entre 18, 24 o más horas. Otros relatos hacen mención a los insultos y vejaciones durante los interrogatorios. Según los relatos, los militares encargados de los interrogatorios obligan a perros pastores alemanes amedrentar a los detenidos, y en algunos casos éstos son obligados a cubrirse con banderas de Israel, tras escuchar insultos a su religión y contra el Corán.

Otras vejaciones relatan la técnica del interrogatorio continuado durante 24 horas, y según algunos de estos agentes, se trata de una medida que contaban con el visto bueno del ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld. En otras ocasiones, los presos eran mantenidos despiertos durante varios días con fuertes luces y música alta para impedir su descanso. En un interminable relato de vejaciones, algunos presos eran visitados por personal de la prisión, disfrazados de sacerdotes que les obligaban a bautizarse.

Castigos por recitar el Corán

El informe también describe cómo un civil tapaba con cinta aislante la mayor parte de la barba de uno de los detenidos por recitar versos del Corán. También recoge que una guardia de la prisión que agarró los genitales de un interno y le restregó por su cara sangre menstrual y otro incidente en el que otro civil introdujo a otro de los presos en un cuarto sin ventilación hasta que se arrancó su propio pelo.

Estos documentos han sido entregados a la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), una organización que ya ha presentado una denuncia contra el ex secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, por los presuntos abusos denunciados por antiguos presos militares. Estos datos formaban parte de una investigación interna del FBI llevada a cabo en 2004, pero no suponen una investigación criminal.


Informe en manos del Pentágono

La agencia federal preguntó a 493 de sus empleados si fueron testigos de tratamientos agresivos que fueran en contra de los criterios empleados por el FBI. 26 de los encuestados dieron una respuesta afirmativa. Este informe del FBI no supone una denuncia, pero la propia institución asegura que nada de lo visto por sus empleados alcanza los niveles de abusos documentados en de Abu Ghraib, la prisión iraquí controlada por Estados Unidos.

El portavoz del FBI, Richard J. Kolko, aseguró que toda la información contenida en los informes es revisada por el inspector general del Pentágono, sede de la Secretaría de Defensa estadounidense.


Guantánamo- El símbolo de una injusticia aún más extendida[1]

Amnistía Internacional (AI) insta al gobierno de Estados Unidos a que cierre Guantánamo de un modo transparente que respete plenamente los derechos humanos de los detenidos y haga comparecer en juicios justos a quienes sean acusados de delitos comunes reconocibles.

Ya han pasado más de seis años desde que las autoridades de EE.UU trasladaron ilegalmente a los primeros detenidos de la “Guerra contra el Terror” a su campo de detención en Guantánamo, Cuba. Pese a la condena internacional, centenares de personas de más de 30 nacionalidades siguen recluidas allí en malas condiciones, sin cargos y sin esperanza de obtener un juicio justo.

Guantánamo es uno de tantos centros de detención en el mundo, donde el gobierno estadounidense ha recurrido a prácticas prohibidas por el derecho internacional, como la de trasladar en secreto a personas detenidas en el contexto de esta “guerra” a lugares donde han sido víctimas de tortura y otros malos tratos, desapariciones forzadas y reclusión indefinida sin cargos.

Sobre esta situación, además, AI ha elevado una campaña para “responder al terror con la justicia” y sensibilizar a quienes puedan hacer uso de su libertad y manifestarse en repudio a las cárceles ilegales.

“Cerremos Guantánamo” es la consigna con que AI estará el viernes 8 de febrero en Plaza Baquedano, de 18.00 a 20.00 horas, con una mesa informativa, entregando todo tipo de material para poner en conocimiento a la población sobre las prácticas inhumanas y fuera del derecho en que incurre Estados Unidos en sus centros de detención.

Mayor información acerca de las violaciones a los derechos humanos en Guantánamo;

- http://www.cubaminrex.cu/CDH/60cdh/Guantanamo/Guantanamo_index.htm

Declaraciones oficiales, denuncias internacionales, informes de prensa, imágenes.

- http://www.clarin.com/diario/especiales/sierra/guantanamo.html

Especial multimedia desde Guantánamo

- http://www.elpais.com/articulo/portada/Infierno/Guantanamo/elpepspor/20061008elpepspor_5/Tes/

Imágenes inéditas

- http://www.amnistia.cl/

- http://www.amnesty.org/es

Datos, información, imágenes, archivos, videos

- http://www.tearitdown.org/

Sitio web oficial de la campaña contra el terror


[1] Información proporcionada por Amnistía Internacional. Para mayores detalles visite; http://www.amnistia.cl/



Cerremos Guantánamo II

“NACIONES UNIDAS (Reuters) - Cinco expertos en derechos humanos de la ONU instaron a Estados Unidos a cerrar la prisión de Bahía de Guantánamo tras concluir que la alimentación a la fuerza de los detenidos y otras técnicas de interrogación equivalían a actos de tortura, según un borrador del informe obtenido el lunes.


El informe de 38 páginas, que podría ser revisado, acusa a Estados Unidos de distorsionar las leyes internacionales al negar el derecho a garantías legales a los prisioneros, no permitiéndoles elegir un abogado defensor y nombrando a responsables para las audiencias con un "mínimo nivel de conocimiento legal".


El informe fue publicado primero por Los Angeles Times en sus ediciones del lunes y fue conseguido por Reuters. Autoridades estadounidenses desestimaron el informe por considerarlo sin fundamento.


El documento es el resultado de una investigación de 18 meses ordenada por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y se basa en entrevistas de los investigadores a ex prisioneros, sus abogados y familias, pero no en visitas al lugar.


El equipo de la ONU rechazó una invitación para visitar la base naval estadounidense en Cuba - donde más de 500 personas han estado detenidas desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos - porque no se les habría permitido entrevistar a los prisioneros.


"El gobierno de Estados Unidos debería cerrar las instalaciones de Guantánamo sin tardanza", dice el informe, añadiendo que EEUU debería o juzgar a los prisioneros en su territorio o ponerlos en libertad.


Duras condiciones, como confinar a los detenidos a aislamiento, desnudarlos, exponerlos a temperaturas extremas y someterlos a amenazas con perros podría equivaler a tortura, concluye el informe.


Además, la alimentación forzosa de prisioneros en huelga de hambre a través de tubos nasales es cuestionada porque provoca dolor intenso, sangrado y vómitos.


En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, criticó el borrador del informe de la ONU catalogándolo de rumores.

"El que decidieran no aceptar la oferta del gobierno de Estados Unidos para ir a la Bahía de Guantánamo, no les da automáticamente el derecho de publicar un informe que se basa simplemente en rumores y no en hechos", dijo McCormack.”[1]


Madriguera de torturadores[2]

(…) Todos los cubanos, principalmente los guantanameros, son víctimas directas de agresiones y otras muchas acciones, promovidas desde ese ilegal enclave militar.
Manuel Prieto Gómez, habitante de Caimanera, quien trabajó más de 14 años (1947-1961) en la Base Naval yanqui, ofrece un testimonio que demuestra el uso de esa base para actividades terroristas.

“Me acusaron de pertenecer al G-2 y me torturaron. En 1961 trabajo en el Departamento de Barcos y les aseguro a los representantes de los Servicios de Inteligencia norteamericanos que no pertenezco a esa organización, pero ellos se empecinan y me detienen el día 5 de enero de ese año, tras terminar mi labor alrededor de las 12 de la noche, luego me interrogan; el lanchero lo vio todo”, confiesa Prieto.

“En la mañana siguiente -continúa- me trasladan para un hospital deshabitado y en un segundo interrogatorio me muestran fotos de otros trabajadores cubanos y preguntan cuáles son mis vínculos con ellos; indudablemente buscaban alguna razón para involucrarme y deshacerse de mí.

“Más tarde soy trasladado para la cárcel de Carabela Point, con cerca electrificada, donde me meten en un calabozo muy húmedo; allí no sé cuánto tiempo permanezco, pues cuando salgo es de noche y había perdido la noción de todo.

“De ese lugar me sacan con fiebre para un calabozo más grande, y me proponen llevarme a vivir a los Estados Unidos, si les digo los nombres de quienes pertenecen al G-2. Yo les contesto que no quiero irme de mi país, pero ellos insisten.

“Pasados dos días, el marino puertorriqueño no cesa en hacerme las mismas preguntas y propuestas, y comienzo a sentirme muy mal. Cuando éste se percata de mi estado de salud, llama al capitán médico, a quien le explico sobre mi malestar.

“Ambos conversan en voz baja, luego el médico me da una aspirina y otra pastilla, pero sólo me tomo la primera y sin que se dieran cuenta voto la segunda. Después finjo estar dormido y más tarde, cuando supuestamente el medicamento había hecho efecto, intentan interrogarme de nuevo.

“Cuando el médico se marcha me pincho debajo de un cordal con una astilla de madera para provocar sangramiento, luego toso cerca del marino, quien muy asustado propone al médico y sus superiores llevarme a los Estados Unidos a atenderme, pero todo sigue igual.

“En otra oportunidad me desgarro la garganta con el dedo, pero ni siquiera el abundante e incesante sangramiento basta para sacarme del calabozo. Todo ese tiempo me mantengo sólo a base de agua al tiempo, pues decidí no ingerir ningún alimento, por lo que estaba muy débil.

“West, el secretario del Comandante de los Servicios de Inteligencia de la base llega a la celda, me brinda café y hace las mismas propuestas de siempre a cambio de que yo hablara, pero como no las acepto, me abofetean.

“Después me regresan para el mismo hospital deshabitado e insisten en sacarme del país, ahora acompañado de mi familia, a la cual habían trasladado desde Guantánamo hasta la Base Naval, pero cuando pierdo el conocimiento debido al tremendo alboroto que se forma, enseguida la retiran de aquel lugar. En algún momento pensé fugarme si me trasladaban nuevamente para ese sitio, pero todo ocurre tan rápido que es imposible.

“Me meten en el agua, mojan mi cabeza, y al volver en mí siento un intenso dolor en la espalda, a causa de una fuerte patada propinada por alguno de ellos, la cual provoca un coágulo de sangre. Luego, como represalia, me leyeron un montón de resoluciones con sus incisos.

“De esa jauría logro escapar el 11 de enero de 1961, gracias a un agente de la Seguridad, quien se hace pasar por hermano mío y me saca de la Base en la lancha de pasajeros.
“En Caimanera me espera un auto, el cual me traslada hasta el hospital en Guantánamo, donde permanezco 29 días ingresado, pero en medio del dolor una buena noticia se apodera de mi: Xiomara, mi esposa, da a luz dos varones: Fidel y Raúl, apenas 24 horas después del incidente ¡Qué felicidad!, sentí de nuevo que estaba en Cuba libre.

Como consecuencia de la tortura, en la que además de las manos y los pies los marines utilizaron un black yack (instrumento para golpear), Prieto usó una minerva por mucho tiempo para restablecer la fractura de sus vértebras, en tanto pierde paulatinamente la visión de su ojo izquierdo.

Este hombre delgado y de mediana estatura, pero de firmes convicciones, llega con 10 años, en 1938, desde Santiago de Cuba, su ciudad natal, a Caimanera, donde se establece y realiza su vida, que el próximo 26 de diciembre alcanzará los 77.

“En la Base vi cometer incontables atrocidades: Mataron a Chicle cuando se montó en una lancha para llegar hasta allí en busca de un pase para trabajar y no morir de hambre: los guardias le cayeron a toletazos, a causa de los cuales cayó al agua y se ahogó.

“A Rodolfo Rosell, pescador particular como habían muchos aquí, lo asesinaron: le clavaron punzones en la cabeza y luego lo quemaron con una antorcha. Era un muchacho bueno, que tenía una tienda aquí en Caimanera, y no se metía con nadie.

“También ultimaron a Rubén López Sabariego y para justificar su ausencia entre los trabajadores del enclave militar, declararon que lo habían enviado para Cuba y cuando llovió el agua descarnó la tierra de una zanja donde habían enterrado su cuerpo”.

Son muchos los crímenes y barbaridades protagonizados por el Gobierno de los Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo, dirigidos a desestabilizar y desaparecer a la Revolución cubana, pero no han podido ni podrán porque aquí hay muchos hombres de la talla de Manuel Prieto Gómez, decididos, como él, a desafiar las agresiones del Imperio.

Cerremos Guantánamo I

La Bahía de Guantánamo es un enclave ubicado en Cuba controlado por Estado Unidos quien posee en aquel lugar una base naval de aproximadamente 116 kilómetros cuadrados, conocida en la actualidad por su campo de detención militar para prisioneros que se supone están vinculados a Al-Qaeda .

Estados Unidos aprueba la resolución conjunta el 19 de abril de 1898 con la cual queda declarada la guerra a España sin considerarse la opinión de Cuba. Esta guerra hispano-norteamericana puede ser considerada como la primera guerra imperialista del continente, tal como alguna vez la llamara Lenin.

La estación naval en la Bahía de Guantánamo se estableció en 1898 luego de la firma del Tratado de París el 10 de diciembre de aquel año, cuando Estados Unidos sintió obtenido el control de Cuba por parte de España, de hecho, Estados Unidos –en teoría ya que la historia se encarga de contarnos algo diferente- obtuvo una concesión perpetua que se inició el 23 de febrero de 1903 otorgada por Tomás Estrada Palma, Primer Presidente de la República de Cuba, quien además aprobó tres tratados que sirvieron para fortificar la Enmienda de Platt:

- Tratado de reciprocidad comercial

- Tratado permanente

- Tratado de arrendamiento de bases navales y carboneras

El protectorado estadounidense incorporó la Enmienda Platt en la constitución cubana el 12 de junio de 1901. Esto se logra bajo el chantaje del gobierno norteamericano de abandonar militarmente la isla, hecho que logran mediante una propaganda –al más pleno estilo del populismo- en la cual hablaban de la incapacidad de los cubanos para terminar la guerra y critican la reconcentración de Weiler.

El 28 de febrero de 1901 Estados Unidos propone enmendar la ley de gastos del ejército, incluyéndose en esta cláusula la regulación de las relaciones Cuba-Estados Unidos, tras lo cual el gobernador militar de Cuba entrega la resolución del constituyente que los representantes cubanos recibieron en desagrado ya que; No contempla la jurisdicción única del territorio de la provincia de Cuba bajo dominio español –lo que deja excluida la Isla de Pinos-; Condiciona el arrendamiento de ciertos servicios; Permite la intervención política y militar; Restringe las relaciones exteriores y prohíbe la deuda pública. El 8 de junio del mismo año el secretario de guerra estadounidense proclama que la ley deberá cumplirse en estricto rigor de lo aprobado por el legislativo, no estando el poder ejecutivo legitimado para modificarla, convirtiéndose así en una condición de facto para la devolución de la soberanía.

En 1925 se aprueba por el gobierno de Estados Unidos el tratado de Hay-Quesada con el cual se recupera para Cuba la soberanía de la Isla de Pinos. El 9 de septiembre de 1934 se sustituye este tratado y la Enmienda de Platt por el nuevo tratado de reciprocidad ente Cuba y Estados Unidos, dejando pendiente la cláusula de las estaciones navales y carboneras que desde entonces se limita a la base de Guantánamo.

En 1934 se reafirmó el derecho de paso a Cuba y sus socios comerciales a través de la bahía, modificando el pago anual de una renta de 4085 dólares –valor de 1934-, y agregó el requerimiento de que la terminación de esta renta requeriría el consentimiento de ambos gobiernos, o el abandono de la propiedad por Estados Unidos. En 1961 se acabaron las relaciones entre ambos gobiernos tras la Revolución Cubana.

El gobierno cubano ha denunciado constantemente el artículo 52 de la Convención de Viena de 1969, que declara la abolición de un tratado si se concluye que ha usado la fuerza o la intervención, en este caso la inclusión de la Enmienda de Platt en la constitución cubana. El gobierno cubano dejó de proveer agua lo que ha causado que Estados Unidos tenga que comprarla a Jamaica además de instalar plantas de desalinización. En la actualidad sólo dos cubanos, de avanzada edad, cruzan la puerta noreste diariamente para trabajar dentro de la base, pero el gobierno cubano prohíbe más reclutamiento de personal.

En 1961 personal de la base provocó a golpes la muerte de un obrero cubano y menos más tarde fue secuestrado, torturado y asesinado un pescador. En 1964 y 1966 fueron asesinados dos cubanos por disparos realizados desde el interior de esta instalación. Los ejércitos de las tropas americanas han provocado daños ecológicos irreparables al entorno cubano y se han instalado en este lugar submarinos nucleares violando incluso la ilegal norma en la cual se sustenta el gobierno estadounidense para mantener sus tropas allí.


Comenzado el 2002 se albergaron dentro de los campos “rayos X”, “Delta” y “Eco” a prisioneros –encarcelados sin ningún cargo en la base- sospechosos de nexos con Al-Qaeda que fueron capturados en Afganistán.

El estatus legal tan peculiar de la Bahía de Guantánamo fue un factor para elegirla como centro de detención. Debido a que la soberanía de la Bahía de Guantánamo reside con Cuba, el gobierno estadounidense argumentó que la gente detenida en Guantánamo se encontraba legalmente fuera de su país y no tenían los derechos constitucionales que tendrían si estuvieran detenidos en él. Durante 2004, la corte suprema rechazó este argumento en el caso Rasul v. Bush con la decisión mayoritaria, y se estableció que los prisioneros en Guantánamo tengan acceso a cortes estadounidenses, citando el hecho de que Estados Unidos tiene el control exclusivo sobre la Bahía de Guantánamo.

Estados Unidos clasifica a los prisioneros encerrados en los campos Delta y Echo como combatientes enemigos ilegales. El 9 de noviembre de 2004 el juez James Robertson de la Corte de Distrito de Estados Unidos estableció que la administración de George W. Bush sobrepasó su autoridad al tratar a dichos prisioneros como combatientes enemigos en un tribunal militar y negarles el acceso a las pruebas usadas contra ellos.